Somos libres y cada uno escogemos la “filosofía de vida” que queremos. Sólo nosotros podemos decidir cómo queremos vivir y qué principios seguir. Esta elección es vital porque según sean los principios que escojamos nuestra vida será, o bien algo que valga la pena, o bien simplemente una verdadera pena. Veamos algunos principios que van a hacer que nuestra vida sea útil y apasionante.
- Tratar de conseguir objetivos relevantes. Aquellos que de verdad valgan la pena porque implican un bien para nosotros y para los demás.
- Poner ilusión en lo que tengamos que hacer. No vamos a poder hacer siempre lo que nos dé la gana, pero sí que podemos tratar de hacer lo que tengamos que hacer con la máxima ilusión y sentido.
- Ser responsables y cumplir con lo que nos hemos comprometido. El esfuerzo y la insistencia nos ayudan a conseguir las metas que perseguimos a pesar de las dificultades.
- Interiorizar que no somos perfectos pero que tampoco es necesario serlo. Las personas somos imperfectas por naturaleza, por tanto es normal que a veces nos equivoquemos y que cometamos fallos. Cuando esto ocurra, tratemos de arreglar lo que se pueda arreglar, y aprender de lo que se pueda aprender, pero no nos frustremos porque hayamos fallado, porque no nos aportará nada bueno ni útil.
- Convivir con la imperfección de los demás. Nosotros no somos perfectos y los demás tampoco, ¿por qué a veces les exigimos como si lo fueran?
- Evitar la queja. Quejarnos no nos aporta nada más que energía negativa e impotencia. En vez de quejarnos, se trata de centrar nuestras energías en actuar para tratar de cambiar aquello que no nos gusta.
- Valorar y agradecer lo que se tiene y dejar de poner el énfasis en lo que no se tiene.
Si tratamos de seguir estos principios, seremos más eficaces para alcanzar nuestras metas, y el camino será mucho más agradable. ¡Vale la pena intentarlo y está en nuestras manos el hacerlo!
¡Un fuerte abrazo a todos, y si queréis, en dos semanas nos vemos en el siguiente post!
Pablo Maella